jueves, septiembre 1

El inicio de septiembre

Ya es septiembre. Parece ayer ese día interminable en el que comenzó abril. Hacía calor, mucho calor. Hoy inicia este noveno mes que todos los años, por suerte, tenemos que atravesar. Entramos en la parte del año en la que empieza a sentirse más calorcito, en la que el sol nos mira a los ojos y se siente una calidez extrema junto con una sensación de paz entre el sonido del movimiento de las hojas que crecen en los árboles. En breve iniciará la primavera y las flores florecerán, después de tanto frío, al fin florecerán. El color inundará nuestros ojos. El color nos hará darnos cuenta que ya han pasado nueve meses y que tan solo nos faltan cuatro para completar una serie de trecientos sesenta y cinco días. Son bastantes... 

¿Y este año qué hiciste vos? 
Hay cosas que podemos decir fácilmente; hicimos lo que todos los días hacemos, la rutina; hay otras cosas que no recordamos o quizás sí con esfuerzo. Vivimos tan a prisa que bastantes veces no logramos recordar hasta de los momentos más lindos que pasamos.

Hoy es un día común, uno más en mi vida. Estas horas que hacen al "1° de septiembre" son iguales a las que viví ayer, excepto que hoy cociné para dos.

Lo que me lleva a escribir es la preocupación que me produce el paso del tiempo. Es decir, me encanta crecer, cada día es una lección nueva; amaría seguir viviendo por mucho tiempo más (algo que no podemos afirmar que pasará por cuestiones de seguridad y, Dios no quiera, de salud) y así vivir años de aventura, conocer una persona, enamorarme, casarme y tener hijos, amarlos, quererlos,cuidarlos y enseñarles todo lo que pueda, mostrarles un camino limpio y jugar con mis ñetos. 
Por un lado, a veces siento que no puedo esperar tanto tiempo, siento grandes ancias por atravesar eso que dicen que es duro pero hermoso y motivador, complicado quizás pero enorgullecedor. Por otro, el cual es la razón de mi preocupación, es que poco a poco me despego más y más de mi infancia. 

En veintitrés días paso a cumplir quince años. No siento algún tipo de atracción hacia esa cifra, como sí la sienten la mayoría de las chicas a mi edad. Es un año más; será un día más en el que recordaré mi nacimiento, mis días de vida y pasaré junto con mis seres más cercanos y queridos entre el gran arco iris de felicidad que me da la primavera. 
Pero lo que me produce una sensación que se me dificulta expresar, es pensar que hace no más de cinco años, -tendría diez aproximadamente-, ansiaba con todas mis fuerzas tener una cantidad de años próxima a ésta que me va a tocar vivir en breve. Y el pensar en que estoy a punto de cumplir quince años es notar qué rápido pasó el tiempo, eso es lo que me pone mal, por más que hayan sido hermosos momentos que constituyeron ésta pequeña e importante parte de mi futura gran vida. 
Viví muchísimas cosas, pero el no poder recordar lo que hice a cada minuto y segundo de cada día es lo que me genera un tanto de culpa.
Además, me es inevitable no sentir esta nostalgia por el pase del tiempo. Visualizo esa última navidad que pasé con toda mi familia y siento ganas de volver a ese momento, de re-experimentarlo . Me acuerdo de momentos vividos y tengo ganas de refrescarlos en vida misma. 
Está bueno crecer y vivir, desarrollar capacidades críticas, emotivas y mentales, es algo que por suerte cualquier persona puede sentirlo ya por el simple hecho de tener una vida.  Pero me molesta sentir que, en no mucho tiempo más, terminaré mis estudios secundarios y ya tendré que empezar a ahondar en mi futuro. 

Siempre miro el lado bueno de las cosas y transmito las mejores vibras positivas que pueda, es por eso que a cada situación que me produce alguna sensación ambigua tengo una respuesta color rosa. Y por más que lo intente no logro convencerme con la solución oscura, la negra y gris.

Sacarme el traje de la infancia me cuesta bastante, entre tantos intentos de quitármelo, es el día de hoy en que ya no quiero hacerlo. Pero es mi momento de usar el atuendo de la adolescencia, la cual me parece dura. Ojalá mis opiniones al respecto cambien, pero nada va a cambiar mi encanto por la niñez que pasé y quiero seguir pasando hasta el último momento. Mi deseo más profundo es volver a vivirla desde el comienzo; y sé que lo puedo hacer, tengo mis métodos.  ¡Hundámonos en la fantasía! Es la única manera posible, actualmente, de llegar a nuestros propósitos más locos.. esos que creemos imposibles.



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