sábado, julio 23

eu re ca

¡Ayyyyyyy! ¡No hay placer más monumental que descubrir plata en los bolsillos! No importa mucho si son monedas (tan necesitadas en estos últimos tiempos) o si es un billete de valor chico o grande. La majestuosa sensación de ingresar con tu mano a uno de los bolsillos y palpar ese algo que no sabíamos que ahí se encontraba, ese delgado y fino trozo de papel que nos brinda un poco de felicidad a nuestro día, porque, por más que sean dos pesos, no se los tenía en cuenta. En ningún momento se nos cruzó por la cabeza que al acomodarnos el pantalón o saco íbamos a recibir un premio ¡Esos dos pesos valen la sensación de haberlos encontrado!
Y mejor no decir mucho de las situaciones en las que estamos como locos buscando algo y ¡uy! de repente hallás un monto de platita. Y en lo primero que pensás es en que nuestro amigo querido, el ratón Perez, te dejó todos los intereses, o hay duendes en tu casa o papá Noel está jugando a encontrar el tesoro. ¡Pero noooooooooo! Es tuyo, lo habías escondido con el afán de querer ahorrar, de controlarte un poco y ahorrar, para no tentarte si la ves. (tarde)

No hay comentarios:

Publicar un comentario